Iván y Moisés se despiden con tristeza. Su voz esta rota y ambos sienten ganas de llorar pero se controlan.
--¿no nos veremos mas? --Iván .
--no lo creo.
--¿me escribirás?
--puede... --Moisés se muestra más duro.
se abrazan con emoción. Lloran por dentro. Iván lo acaricia y a ambos les hace estremecer.
--siempre te recordaré--Balbucea Iván .
Aunque no quiere llorar, se le escapa una lágrima.
--no lo creo.
Moisés fuerza una sonrisa, no quiere mostrarse débil. le duele que Iván no se quede a su lado.
--has sido el primero... el que me ha abierto las puertas del paraiso.
Moisés le guiña el ojo:
--¿hacemos el ultimo?
los jovenes se miran con pasión y hacen el amor. Duermen los dos juntos abrazados pero cuando Iván despierta Moisés no está a su lado. Tampoco sus cosas.. A Iván le duele pero tiene que seguir adelante. El tener que renunciar a Iván aviva su odio contra Perla .
--¡¡juro que te voy a destruir.¡ ¡¡tu reinado tiene los dias contados¡¡
En el Castillo de los Fenolhet, Emilio e Ignacio juegan con el bebe en la sala de armas. Ester pasa sin ni mirarlo. no le gusta ese bebé, le causa demasiado dolor pensar en el suyo. El conde se acerca a ellos y dice.
--tenemos que pensar en el bautizo.
Emilio en eso le da gusto.
--Ignacio será bautizado como quieras.
Al Conde no le gusta nada eso de la insistencia de su hijo en llamar Ignacio a su nieto. Ignacio mira a Emilio con cara de.
--mira que eres insistente.
Emilio no sabe si Ignacio tendrá mas hijos pero ese es su primogénito y él quiere que se llame como él.
--los padrinos van a ser Perla y Juan Felipe. La pobre lo pasó tan mal con lo de Julianita y ya que es su único familiar...
Al viejo Conde le brillan los ojos al pensar en su sobrino. Está seguro que a Juan Felipe le agradará el gesto y se lo agradecerá como mas les gusta a ambos. Por complacer a su amante-sobrino es que lo elije como padrino pero en eso Emilio tampoco le da gusto.
--¡¡no, los padrinos de mi hijo serán Ester e Ignacio ¡
Ignacio mira divertido a Emilio . por un lado le duele que esté tan pendiente de él y por el otro le emociona ver todos los gestos que tiene para con él. El Conde no dice nada, se va molesto. A Ester le da igual. no dice nada. Ignacio , que esta al lado de Emilio , lo mira con cariño.
--te la estás jugando.
Pero nada le importa a Emilio . Está convencido que a Ignacio le hará ilusion ser el padrino de su propio hijo
--¿dime que vas a aceptar? me hace mucha ilusión.
Ignacio sonríe. En eso no le puede decir no. Agarra a su hijo en brazos juega con él.
--¿tu quiere que seas tu padrino? --dice amoroso.
el bebé sonrie. Es como si le gustara.
--si..si... --Ignacio respondiendo cariñoso lo que parece que quiere el niño.
Ignacio mira a Emilio y sin dejar de jugar con el bebé dice.
--¡¡pues lo seré¡
Emilio mira enamorado a Ignacio , le llena de ternura lo cariñoso que es con el bebé. Siente que su vida es perfecta. Está al lado del hombre que ama, tiene un hijo con él, solo falla que Ignacio lo quiere como un hermano. Ignacio lo mira y lo acaricia muy fraternalmente.
Muy triste, Iván sube al avión. Todo está listo para su retorno a casa. Piensa en dos cosas: sus ganas de destruir a Perla y su tristeza porque no sabe si volverá a ver a Moisés . Mira por la ventanilla. Se le escapan algunas lágrimas mientras despegan. Piensa en todo lo que Perla hizo para echarlo de su casa, lo mal que lo trato Moisés y como acabaron siendo amantes. Ahora le duele no haber sido claro con él.
--te quiero, Moisés .
Esta tan metido en sus pensamientos que no se da cuenta que alguien se ha sentado a su lado. lo mira porque le agarra de la mano. Iván se estremece.
--¡¡tu?
Moisés lo mira con una sonrisa.
--me vengo contigo.
Los chicos están contentos. Se miran con cariño. Se acarician la mano. muy picaro Iván le dice.
--lo de anoche ¿no que era el ultimo?
Moisés le guiña el ojo.
--cualquier excusa es buena para coger¿no?
los muchachos no son muy claros en sus sentimientos pero se quieren mucho y los dos están felices de no separarse. Se miran y suspiran.
--entonces ¿te vienes conmigo?
Moisés es muy dulce con él:
--te acompaño. A mi no me conocen. Encontraremos la manera de destronar a esa bruja.
Iván esta feliz de que Moisés quiere compartir sus cosas con el. Unen sus frentes.
--te quiero.
Moisés le pone las manos en las mejillas. Hace que sí con la cabeza muy cariñoso. A Iván no le importa nada y da un beso en los labios a Moisés . Es un ligero beso. A Moisés no le gustan este tipo de demostraciones en público pero no le dice nada porque no quiere herirlo. Esta contento de estar con él.
Dominga, mientras, sale de la cocina gritando como una loca. Va al despacho del Conde.
--¡¡no lo mató¡ ¡¡¡está vivo¡ ¡¡¡está vivo¡
El Viejo conde no entiende nada. Sin saber nada de lo que ocurre, Ester va hacia la cocina.
--¿quiere que le sirva algo, señora? --dice una empleada.
Ester pide agua. hay un hombre de espaldas a ella. Se gira. la mira. Recibe el impacto de ella. Sonrie con ironia.
--¿no necesita nada mas, señora?- --dice él.
Ester no da credito a lo que ve.
--¡Jesús¡¡¡¡¡¡¡¡
Jesús la mira cinico. Ester no puede creer que luego de un año muerto su gran amor esté junto a ella. Ester lo mira sorprendida:
--Jesús ¿que es esto? ¡¡estás vivo¡¡¡
la empleada con el vaso de agua no entiende nada. Jesús mira a Ester como si no hubiera pasado nada. Como si fuera la primera vez que se ven.
--¿porque no iba a estar vivo?
no se atreve a acariciarlo. Le roza y se desmaya en sus brazos. Jesús se queda sorprendido. Por su lado el Conde esta sorprendido por las palabras de Dominga:
--¡¡que tonteria esta¡
la sirvienta insiste en que Jesús volvio, que habló con ella, que quiere regresar al trabajo, que se comporta como si nada. El Conde sale de la biblioteca de lejos ve a Jesús tumbando en un sofá a Ester. El hombre sufre un impacto pero no pierde los nervios como Dominga que está histerica. le agarra del brazo y amenazante le dice.
--¡¡Jesús está vivo, tú no vas a decir nada¡¡ ¡¡yo me encargaré de ver que quiere este farsante¡
Dominga se acerca llorando. Sabe la impresion que se ha llevado su niña. Ayuda a reanimarla. Jesús y el conde se miran desafiantes. El Conde sonrie.
--Jesús. ¡¡que sorpresa¡ ¡¡te fuiste sin decir nada¡ ¡¡que ingrato¡
Los dos se miran con odio pero conservan las forma.
--y le pido perdón, espero que pueda volver a mi trabajo.
--si claro.
Los dos hombres encajan sus manos. Se muestran amistosos.
--¡¡farsante¡ --piensa el conde.
--¡¡me las vas a pagar¡ --piensa Jesús.
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