Emilio mira a Ignacio como si estuviera soñando. Su deseo se ha hecho realidad.
--¿tú y yo solos?
Ignacio hace que sí con la cabeza mientras que le acaricia con mucho cariño. Emilio lo abraza entusiasmado, Ignacio le responde al abrazo fraternalmente.
--pero me quedé sin plata. Se la di toda a ella.
Emilio lo mira sorprendido:
--¿¡le pagaste para que se acostara contigo?¡¡¡
A Emilio le excita que su cuñado tenga sexo a cambio de dinero como él y por otro lado le molesta que lo haga pudiendo desahogarse con él. Ignacio lo mira regañón pero es de puro cariño.
--¿que pasó?¡ no me ofendas.
Emilio agacha la cabeza, para disculparse. Ignacio le sonríe, le hace muecas. Le da a entender que entre ellos todo está permitido y a Emilio le gusta esa confianza, esos derechos que Ignacio le da que no le ha dado a otras.
--Agarra sólo tu documentación y tarjetas, el equipaje se queda. No nos podemos llevar nada.
--¿¿y que haremos?¿¿que ropa nos pondremos?
En realidad Emilio no tiene ningún problema en que él y su cuñado se la pasen en bolas. Es algo en lo que estaría a favor.
--¿llevas tus tarjetas? La puedes comprar para ti y para mi ¿no?
Emilio está muy contento. Le gusta estar a solas con Ignacio y tener que hacerse cargo de la situación.
--si claro... yo pago todo.
--Siento todo esto pero el hotel, los imprevistos nos saldrá todo muy caro.
Emilio lo mira enamorado:
--yo con tal de estar contigo pago todo lo que sea necesario.
Ignacio le mira con mucho cariño, emocionado por todo el cariño que le demuestra. Le hace sentir importante. Nunca le han querido de esa manera y le gusta.
Al rato desembarcan en una isla. Emilio e Ignacio se van los dos juntos. Caminan muy animados. Son muy cariñosos entre ellos. Ignacio lo trata muy fraternalmente. Juliana se hace acompañar a tierra por un empleado del barco. Se hace llamar por todos baronesa. Se siente como si fuera una reina.
A media tarde, en el internado, los alumnos tienen un rato para descansar. Moisés e Ivan se encuentran a solas en su cuarto. Iván esta tumbado en su cama leyendo. Moisés lo mira con deseo. El chico le parece muy sexy. Siente un gran impulso para saltar sobre el y besarlo. Se pide prudencia.
--puedes asustarlo. Está demasiado enganchado con la cualquiera esa pero si juegas bien tus cartas disfrutarás delicioso manjar --dice para si mientras se deleita mirándolo.
Le encanta el bulto que se le hace en la entrepierna.
--¿¿como de grande la tendrá cuando se le pone dura? --va pensando.
Iván está leyendo sin darse cuenta de lo excitado que está poniendo a su compañero de cuarto. Moises se sienta a su lado. Le pone la mano en el muslo. Babea pensando lo cerca que está de los genitales de Iván. Tiene que hacer un esfuerzo para no descontrolarse. Iván no le hace caso. Le tiene cariño de amigo y le gusta que el chico más duro del internado le esté abriendo su corazón aunque no imagina hasta qué punto quiere que él ss le abra. Iván le sonríe y Moisés se estremece. Desea su boca y tiene que hacer un esfuerzo para no rompersela a besos. Iván le mira con cariño:
--¿me quieres decir algo?
Moisés cada día está más fascinado por Ivan, cada día le cuesta más disimular.
--No, nada. Estaba pensando ¿ya avanzaste con Emilia?
Iván deja el libro. Se resigna.
--No, y eso que estoy seguro que le gusto pero debe tener miedo por la diferencia de edad.
--le tienes que demostrar que eres un hombre.
Moisés se muestra amistoso. El que lo quiere ayudar. Su mirada es traviesa.
jamás te estrenarás con ella¡¡jamás¡ --dice para si.
--Emilia me gusta mucho. Es con quien quiero vivir mi primera vez.
Con una sonrisa de falsa fraternidad, Moisés le dice:
--recuerda que el tiempo se te acaba.
Iván lo mira sorprendido.
--¿¿cómo?
Moises se levanta. Guardado como si fuera un tesoro tiene el papel que Iván firmó diciendo que si en dos meses no se acostaba con Emilia haría lo que quisiera su compañero de cuarto. Iván lo firmó como una broma. No imagina los planes de su amigo.
--¿aún tienes eso? --riendo.
--¿¿es que te echas para atrás?
Iván confia en Moises, no le importa decir:
--va la apuesta... yo me acostaré con Emilia. Sino podrás hacer lo que quieras conmigo.
Iván lo dice sin pensar. No se da cuenta de la cara de satisfacción de Moisés. Iván se levanta. A Moisés le excita mucho verle el trasero. El fuego que siente por el lo está abrasando.
--bajo a la biblioteca¿¿me acompañas?
--No, yo me quedo. Tengo algo que hacer.
Ivan le habla con mucho afecto. Moisés es más frío aunque le cuesta ocultar una sonrisita. Iván se va y cuando Moisés se queda solo saca una grabadora. Están registradas las últimas palabras de Iván. Moisés esta contento.
--y ahora a arreglar lo que tiene que escuchar Emilia.
Moisés se felicita asi mismo seguro de su victoria sobre Iván. Sonrie con cara de depravado al pensar que podra hacer lo que quiera con el.
Juliana por su lado está en un camarote vestida de novia. Se canta la marcha nupcial. Ensaya la reverencia que según ella le harán todos luego que sea la baronesa.
--¡¡triunfé, triunfé¡
El barco zarpa. Juliana sonríe feliz.
--¡¡en un rato más seré la baronesa¡
Juliana sonríe con ambición y deseo porque Ignacio le gusta mucho.
Emilio esta vivendo irse el barco desde el balcón de su hotel. Una lujosa suite que comparte con su cuñado. No puede estar más feliz.
--¡¡es mío ¡ ¡¡es mío ¡
Emilio disfruta porque pasará esos días a solas con su amado. Piensa que hasta a lo mejor podrán hacer el amor. Vibra sólo de pensarlo. Ignacio se acerca a él. Le pone la mano en los hombros. Emilio se gira. Ahí está su amado, en boxers y con una sonrisa. Y Emilio lo mira feliz soñando con el día de probar su boca, de comer de su cuerpo.
--perdona, te estropee el crucero --Ignacio dulce.
Emilio suspira.
--a mi lo que me importa es estar contigo.
Ignacio le guiña el ojo muy simpático y Emilio se pregunta hasta cuándo podrá estar con el hombre que ama callando ese amor y frustrando sus ganas de besarlo.
Al final del dia, Moisés ayuda a limpiar las mesas a Iván.
--no tienes porque hacerlo.
--yo te meti en este lío.
Iván le sonríe:
--me alegra haber encontrado un amigo como tú--dice cariñoso.
Moises no le dice nada, sólo sonríe y lo mira con deseo. Moisés se da cuenta que Emilia los observa escondidas, que mira interesada a Iván. Luego Emilia entra de nuevo en la cocina.
--oye, ¿me decías que querías estudiar? vete, yo te cubro.
--¿seguro?
--si, seguro.
Iván sonríe cariñoso a Moisés y se va sin sospechar que este tiene un plan. Moisés se pone tras una columna, oye los pasos de Emilia. Comienza su plan.
--no Iván, yo me acostaré con Emilia...le gusto a Emilia.
Emilia no puede creer lo que oye. Ve a Moisés tras una columna. No parece que hable solo y más cuando oye la voz de Ivan diciendo:
--No, y ... estoy seguro que le gusto pero debe tener miedo por la diferencia de edad.
Emilia no se da cuenta que son palabras grabadas y tomadas a interés de Moises. Emilia no da crédito a lo que oye
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