Ester se aparta de Jesús y llora. Había pensando que Jesús estaba vivo y aunque le dolía que la tratara mal. Lo prefiere así pero sabiéndolo vivo. Luego de haberse acostado con él la mata pensar que ha sido su gemelo, que lo ha hecho por rabia, que la cree una asesina.
--no, yo lo amaba. Tuve un hijo suyo --gime con dolor.
Alejandro no cree en el dolor de ella.
--¡¡mentirosa¡ ¡¡si, fue eso¡ ¡te acuestas con todos los empleados y ordenan que los maten para ocultar que eres una golfa. Ahora me toca a mi¡¡
la zarandea. El odio de él la lastima.
--¡¡di la verdad...¡
--¡¡no fui yo¡ ¡¡fue mi padre¡
--porque tu se lo pediste¡¡
Los dos sienten mucho dolor. Ella porque la está acusando injustamente. Él porque cree que esa mujer hizo matar a su hermano luego de acostarse con él. La mira con desprecio y dice:
--¿y ahora que viene?¿cuánto me va a costar que te me hayas regalado? ¿O los matas después de unas cuantas veces?
Ester no puede responder porque el Conde con cuatro de sus escoltas irrumpe en el cuarto. Ester se asusta. El Conde ordena a sus hombres que no miren a su hija.
--¡¡llévense al negro maldito y ya saben que hacer con él¡
Ester se desespera.
--¡no lo mates... a él no¡
El Conde golpea a su hija sin piedad mientras que a Alejandro se lo llevan desnudo y arrastras. Alejandro grita ¡¡¡Asesina¡ pero el castillo es demasiado grande y los que oyen los gritos son los atemorizados empleados que nunca se atreverían a enfrentarse al Conde.
Ester se despierta de nuevo en esa mazmorra en donde la llevaron cuando mataron a Jesús.
--¡no... otra vez no¡¡ --desesperada.
piensa en Alejandro en que aunque le hizo el amor con odio en sus brazos resucitó. Le duele pensar que también lo mataron. Grita pero sabe que nadie lo va a escuchar.
Iván está cambiándose en su recamara. Entra Perla . Lo mira con deseo al verlo en boxers.
--como está de bueno el mocoso --dice para sí.
Iván se tapa con las manos sus genitales.
--¡¡fuera, perdida¡ ¡¡a mi no me vas a meter en tu cama¡
Juan Felipe pasa por el cuarto.
--¿¿que es esto?
Perla lo abraza llorando.
--me hizo venir para faltarme el respeto¡¡no ha cambiado nada¡ ¡¡debería irse¡
Juan Felipe mira a su hermano decepcionado. Iván procura calmarse:
--está casa es tan mia como de Juan Felipe. Nadie me puede echar.
Perla fuerza una sonrisa para que no se note la rabia. Jugando al juego de la hipocresía Iván dice que todo fue un malentendido y luego le pide perdón a Perla . La besa en la mejilla mientras le susurra:
--se acaba tu reinado.
Perla le besa en la mejilla:
--que lindo, yo también te quiero.
Perla e Iván se miran con desprecio aunque se sonríen con un falso cariño.
Iván se refugia en Moisés . Luego de hacer el amor hablan el uno en brazos del otro.
--¡Esa mujer es una basura¡
Moisés es muy cariñoso con el.
--pronto encontraremos algo para destruirla.
Iván no es tan optimista.
--¿¿como?¡¡es demasiado lista¡
Moisés se levanta desnudo. Lo mira pícaro.
--no lo bastante... Cree que en un barrio pobre y ante desconocidos no corre peligro.
Iván esta muy ansioso. Quiere saber lo que ha descubierto. Moisés le muestra una grabación con su minúscula cámara: se la ve a Perla besándose con Lorenzo en la entrada de su casa. Iván salta de alegria.
--¡¡la tenemos, con esto la podemos destruir¡
Iván le quiere enseñar el video a su hermano pero Moisés le pide prudencia.
-- Estaré cerca de él ¡¡podemos descubrir más cosas¡
Esa grabación le quema las manos a Iván . No tiene espera pero Moisés le calma:
--falta muy poco, muy poco para destruirla.
Iván está muy eufórico. Moisés lo acaricia para que se calme. Lo besa.
--júrame que vas a tener paciencia... que tu hermano no lo sepa.
Moisés es un gran apoyo para Iván , le asegura que si están juntos se controlara. Moisés le pone las manos en las mejillas. Le sonrie enamorado y se besan apasionadamente.
Al dia siguiente, Ignacio entra en la recamara de su hijo. Emilio está con él. Los dos cuñados hablan con mucho cariño.
--¿sabes que mi hermana se fue de viaje?
Ignacio lo mira sorprendido:
--No ¿y eso?
--No lo se. Me lo dijo mi padre. Perla y tú sereis los padrinos de Ignacito.
--¿es que tanto se piensa tardar?
Emilio hace que no sabe con la cabeza.
--¿te importa?
Ignacio le sonríe.
--sabes que no pero me duele que me deje en ridículo. ¿¿que clase de marido soy?¿que va a pensar tu padre de mi?
Emilio lo mira con cariño y dice:
--pues no le hace mucha gracia eso que no le des un nieto. Mucho no te quiere.
Ignacio se pone serio. Emilio le acaricia la mano con amor.
--pero no te preocupes..No te faltará de nada.
--¿crees que sólo me importa el dinero?¿que me vendo al mejor postor? --pregunta Ignacio algo triste.
Emilio lo mira a los ojos muy enamorado:
--¿y no es así?
A Ignacio le duele un poco que sea Emilio quien le diga eso.
--No. Hay algo que me importa más que el dinero... Tu.
Emilio siente escalofríos por todo el cuerpo. Siente que se derrite. Le mira los labios para besarlos. Traga saliva. Ignacio muy fraternalmente le dice:
--Eres mi hermano y siempre te querré como tal.
Emilio lo mira decepcionado. Aunque se dice una y mil veces que no tiene esperanzas pues la ilusión nunca muere. Besa a su hijo y va a su recámara. Ignacio detrás de él preocupado. Lo trata con cariño.
--sabes que no puedes esperar nada de mi. lo sabes. ¿No?
--claro que lo sé.
--ojala pudiera hacer --Ignacio triste-- que te olvidaras de mi como hombre, quiero que seas feliz.
--te juro que si eres mi amigo seré feliz.
Ignacio le sonríe con cariño.
--tu amigo no. Soy tu hermano.
Los dos se funden en un cálido abrazo. Emilio está ardiendo por dentro, en su alma se quema todo ese amor que siente por él. Ignacio lo sabe y le duele no poder hacer nada para que no sufra.
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