jueves, 27 de agosto de 2020

Capítulo 29


Ignacio y Emilio  estan desnudos en la cama. Emilio  lo ha abrazado luego de confesar que lo ama. Ignacio se despierta y se sorprende. Emilio  tiene miedo que Ignacio lo haya descubierto.
--¿te molesta que te abrace?
Aunque si lo ve demasiado cariñoso, Ignacio cree que es por falta de afecto no porque lo ama.
--No, no es eso... es que por un momento me pareció que me abrazaba una mujer.
Emilio  se queda algo mas tranquilo. Parece que Ignacio no sospecha la verdad y eso lo calma.
--No era por nada malo. Sólo por comodidad. Me siento muy solo y me gusta abrazarte… como un hermano. Además no es tan grande como parece. Y caemos los dos en medio.
Ignacio solo gira la cabeza, Emilio  se iba a apartar pero Ignacio le agarra la mano:
--no tranquilo.  Haz lo que quieras.
Ignacio duerme tranquilamente. Está confiado y a Emilio  le duele sentir que abusa pero lo ama demasiado. Se queda dormido muy abrazado a él. 


  Al día siguiente, Moises despierta medio dormido. Lo anima levantarse el saber a Iván en la ducha.
--si te espabilas tendrás tu premio --susurra goloso.
Al levantarse pisa algo, son los boxers de Ivan. Los agarra,  los huele  y se estremece excitado.
--¡¡como me gusta¡
Luego va hacia el baño. Iván sabe que su compañero de cuarto va a necesitar entrar en cualquier momento con lo que no cierra la puerta. Los vidrios están abiertos. Moisés lo mira impactado. Iván está todo cubierto de jabón. Va acariciandose el cuerpo, los pechos, las piernas. Moisés lo mira libidinosamente y sin ningún reparo. Le gusta mucho lo que ve. Lo saborea a gusto. Disfruta mucho de la vista que le esta ofreciendo Ivan. Mira cada milímetro de su cuerpo como si quisiera aprendérselo de memoria. Goza extremadamente sobretodo mientras que Ivàn se toca sus genitales. Moises anda en boxers, está bastante abultado. Se pone la mano para disimular. No deja de contemplar a Ivan hechizado. Cada vez le cuesta mas ocultar lo mucho que le gusta.
--que bueno está... --dice para sí devorándolo con los ojos-- tengo que coger con él.
Lo mira y siente que si no lo posee se va a volver loco. Lo sentencia.
--será mio... sea como sea será mio. --piensa.
Iván se da cuenta de la presencia de su amigo.
--buenos días.
Ivan tiene una sonrisa amplia y confiable. Moisés se estremece. 
--hola, ¿¿que tal?
Le habla en un susurro porque esta muy excitado.
--¿te pasa algo?¿¿¿todo bien?
Moises fuerza una sonrisa. Aunque prefiere mirarle a los genitales procura mirarle a la cara.
--si, todo bien.
Ivan le habla tranquilo. Sin sospechar nada. Deslizando sus manos por toda la belleza que tiene por cuerpo aclarandolo de jabón.
--es que me mirabas con una cara...
Moises se muestra distante para que Iván no se dé cuenta de lo mucho que lo desea.
--¡¡¡la unica que tengo¡
Ivan sonríe con amabilidad. A Moisés le encanta esa sonrisa. Le gusta mucho Ivan, cada dia mas pero tiene miedo de que Ivan se ria de él si se entera antes de lo que tiene pensando.
--oye que si tienes que venir no me molesta..
Ivan no tiene problemas en hacer gozar a Moises con el espectáculo de su cuerpo porque no sospecha que le gusta. Moises se hace el desinteresado.
--Tengo pis pero es que me da algo de cosa... delante tuyo no me atrevía.
--tranquilo. No miro..Me tengo que lavar la cabeza.--dice con ironía.
Iván cumple su palabra. No tiene ningún interés en mirar. A Moises le excita bajarse el boxers ante un desnudo Iván. Él si que mira. No le quita los ojos de encima. Ivan se lava la cabeza así que no se da cuenta que Moisés le esta comiendo con los ojos su genitales. Le encantan. Le cuesta no lanzarse sobre ellos. Le encanta como se les mueve mientras Iván frota su cabeza, como el jabon desliza por sus genitales y se pierde por las piernas. Está desesperado por hacerle el amor:
--¡¡MIO¡ tiene que ser mio... tiene que ser mío.
MIentras mira el cuerpo desnudo del guapísimo condesito con cara de depravado, el mismo Moisés se pide prudencia:
--Si sabes manejar bien sus cartas le podrás hacer lo que quieras --piensa.
Sus ojos brillan libidinosamente. Babea por ese chico. Iván abre los ojos. Para disimular Moises tira de la cadena y se lava las manos. Se muestra indiferente. Aunque ni sospecha que le pasa Ivan lo nota raro. Agarra la toalla. Iván mira descaradamente mientras este se seca la cabeza. La imagen de ivancito y amigos moviéndose rápidamente es explosiva. Moises no quiere delatarse pero no puede dejar de mirar atentamente el cuerpo de Ivan con deseo. Ivan le sonríe con cariño:
--¿todo bien?
Moisés está muy sofocado. Al borde del colapso. Fuerza una sonrisa. Por dentro le dice:
--Más lo estaré cuando te coma la verga y te rompa el culo, guapo.
Iván va desnudo hacia la habitación,
--todo tuyo --le dice a Moisés tranquilo.
Moises se estremece al tener a tocar de su mano el trasero desnudo de Iván. Lo mira con cara de depravado. Medio jadea:
--¡¡que culo¡
Moises se saca el boxers, ha tenido mucha faena para ocultar lo excitado que está. Se da una buena ducha fría. No cierra la puerta. La excita la idea de que Iván lo vea aunque Iván tiene prisa por irse y no llegar tarde a sus obligaciones. Tiene que ser el primero en llegar al comedor. Moises recorre su cuerpo con las manos, aprovecha para masturbarse pensando en Iván porque esta demasiado caliente y necesita descargar.
  




Por su lado, Emilio  esta disfrutando de la compañía de Ignacio para él solo. Esta feliz. Desayunan los dos solos en la cafetería. Emilio  lo mira enamorado. Suspira. Ignacio le sonríe:
--¿¿que te pasa?
Emilio  se pone nervioso:
--No, nada.
Ignacio le habla con mucho cariño.
--¿no te aburres conmigo?
A Emilio  se le ilumina la cara.
--¡¡no, nunca me lo he pasado tan bien¡
Ignacio le guiña el ojo y Emilio  se estremece.
--¿y no has conocido a ninguna chica que te guste? No sé, es un crucero. A mi me podrás tener siempre que quieras pero mira que chicas tan linda¡¡mira esa¡
Ignacio señala a una a la que mira con una cara de depravado. Los ojos le brillan. Se derrite.
--¡¡que rica esta¡
Emilio  no puede ocultar sus celos:
--¿¿te gusta?
Ignacio le sonríe para calmarlo:
--pero te la cedo si quieres.
Emilio  no le quiere dejar el camino libre. No quiere que lo vuelva a dejar para irse a perseguir a otra mujer.
--No, se... me lo pensaré.
Ignacio no sospecha lo que está pasando y sonríe con complicidad. Los cuñados desayunan tranquilos. Su armonía la interrumpe Juliana. Abraza por el cuello a Ignacio. Lo besa.
--mi amor, ¿porque no me esperaste? Fui a buscarte al camarote. ¿¿dónde pasaste la noche?
Emilio  come, no mira a la pareja. Se siente incomodo y rabioso por la intromisión.
--es que tengo el sueño muy pesado. --dice Ignacio con mala cara.
Juliana lo abraza, se muestra feliz.
--¡¡ha hablado con el capitan nos casa cuando quieras¡ ¡¡ahora mismo...¡
A Emilio  se le atragantado el dulce que comía. Fulmina con la mirada al marido de su hermana que está muy nervioso todo y que hace un esfuerzo para que no se le note. Juliana hace gestos al capitán para que se acerque. Emilio  mira a Ignacio con cara de decirle: que estás haciendo. Ignacio no sabe como salir del lío en el que se ha metido.

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