sábado, 29 de agosto de 2020

Capítulo 50




Marcos y Juan Felipe suben a la recamara de Iván  . Éste hace su maleta. Se va de la casa. Está muy dolido con sus hermanos. Ya ni siquiera le importa lo que pase con Perla . 
--No te vayas --le suplica Juan Felipe.
--¿¿porque?¿Porque ahora resulta que tú eres peor que ella? --le reprocha.
--¿tanto te duele que sea gay?
--No porque yo también lo soy. Ahora lo que me duele es que me juzgaron, no creyeron en mi ¿porque los iba a perdonar?
Marcos y Juan Felipe tratan de conversar con Iván  . De que les comprenda pero Iván   se siente demasiado dolido.
--ahora no me interesa.
Iván   agarra su maleta. Baja. Sus hermanos tras ellos. 
--¡¡tu siempre quisiste destruir a Perla¡ ¡¡ahora los tres juntos podemos hacerlo¡ --Juan Felipe.
Iván   mira a sus hermanos dolido y dice:
--ahora a mi no me interesa.
Juan Felipe le suplica. Marcos se abraza a él:
--déjalo, cuánto más le roguemos será peor.
Antes de que salga, Marcos pone su mano en el hombro de su hermano.
--No te voy a insistir. Solo te pido perdón y que sepas que está es tu casa y puedes volver cuando quieras.
Iván   mira a sus hermanos dolido:
--¡¡yo no te perdono¡ ¡¡yo no os perdono a ninguno de los dos¡
Iván   sale llorando. Juan Felipe y Marcos se abrazan llorando. Marcos trata de animarlo.
--Vamos a ver a Feli, debe estar asustada con tantos gritos.
Los hermanos suben juntos. Por su lado Iván   se refugia en los brazos de Moisés . Éste se asusta al verlo llegar llorando y con una maleta.
--¿¿que paso?
Iván   lo abraza.
--no me digas nada y abrazame.
Moisés  lo acaricia, lo siente tan angustiado que le duele. LO acaricia suavemente. Le dice palabras de miel. Iván   llora en silencio pero más tranquilo. Se quedan tumbados en el sofá largo rato.

 Emilio  está sentado en el despacho de su padre. Está aturdido por todo lo que ha pasado y por la responsabilidad que ha caído en sus hombres. Entra Ignacio . Lo mira con cariño.
--¿cómo estás?
Emilio  se levanta. Lo mira herido.
--mi padre era un monstruo. Lo que le hizo a Ester no tiene nombre y si hubiera sabido que soy gay no me hubiera ido mejor.
LLora de rabia:
--¡¡y él era peor.¡
Ignacio  lo abraza:
--ya no pienses, tu padre descansa en paz.
--¡¡que se pudra en el infierno¡ --dice lleno de odio.
Ignacio  lo acaricia con cariño:
--no es bueno tener tanto rencor.
Emilio  lo abraza llorando. Ignacio  lo trata con el cariño de un hermano.
--ya se llevaron el cadáver... lo van a incinerar ¿que quieres hacer con las cenizas?
--¡¡tirarlas a la basura¡ --con odio.
Ignacio  le sonríe con cariño y lo acaricia fraternalmente. Trata que no se llene de odio.
--¿y lo de mi hermana?
--Mañana en la mañana desenterraran a ese pobre chico y en la tarde lo enterraremos como Dios manda, luego yo me iré. --triste.
Emilio  se aferra a él con desesperación:
--¡¡no te te vayas¡
Ignacio  lo mira triste:
--ya no soy tu cuñado. No me puedo quedar...
Emilio  siente que se le va la vida.
--¡¡no te vayas te amo¡

Y en medio de su desesperación se lanza sobre él y lo besa en los labios. Al fin los saborea pero Ignacio  se lo aparta.
--esto ya no tiene sentido...me voy.
Emilio  va hacia él desesperado:
--¡¡no te vayas¡ ¡¡no te vayas¡ ¡¡te daré todo mi dinero si no te vas¡
Ignacio  se gira y lo mira herido.
--¿crees que tengo precio? --le reprocha.
A Emilio  le duele verlo triste pero no quiere perderlo. Está dispuesto a todo.
--te vendiste a mi hermana. 
--y descubrí el sentimiento más noble... Es una pena que tú no lo entiendas.
Lo mira herido y se acerca a la puerta pero Emilio  le agarra la mano para que no se vaya. Lo mira suplicante.
--¡no te vayas¡ ¡¡yo te doy todo lo mío sólo porque te quedes¡ ¡¡no te pido nada mas¡
Ignacio  le sonríe con tristeza. Lo ve sincero en su amor y eso es lo que más le duele. Darse cuenta con la desesperación con la que lo ama. Una desesperación que le lleva a hacer cualquier cosa. Ignacio  lo mira con tristeza. A los dos se les está escapando las lágrimas.
--no puedo quedarme aquí, además seguro que tu esperas que sea como tu amante y eso no te lo puedo dar.
Emilio  ya sabe que tiene el no y se lo juega todo a una última carta:
--¿no te acostarías conmigo  ni por todo mi dinero?
--eres mi hermano. Tú hijo es tu consuelo, el mio es mi hermano, tu. --dice muy triste-- por haberte querido merece la pena haber vivido. Haría cualquier cosa por dinero menos engañarte a ti.
Ignacio  habla con la voz rota y la amargura de que Emilio  le pide cosas que no le puede dar.
--no me engañarías --es una suplica desesperada la de Emilio .
--pero te haría daño a largo plazo.
Ignacio  con una triste ternura. Emilio  esta desesperado.
--¿y si te digo que no me importa?
Ignacio  le pone la mano en la mejilla.
--perdería a mi hermano.
Le da un dulce beso. Emilio  lo abraza.
--¡¡no me sirve nada si no tengo a mi amigo¡
Ignacio  lo mira con tristeza.
--¡¡no me hagas esto¡
--¡¡vámonos de viaje, los dos juntos a rodar por el mundo¡
--sería maravilloso pero ¿¿qué hacemos con tu hijo?
--Nos lo podemos llevar pero no me dejes.
Ignacio  le pone las manos en las mejillas:
--tú y yo siempre seremos amigos pero ya es hora que tu hagas tu vida separado de mi pero somos hermanos. Siempre seremos hermanos.
Ignacio  es muy cariñoso con Emilio  que lo abraza llorando.

No hay comentarios:

Publicar un comentario