sábado, 29 de agosto de 2020

Capítulo 54 y último



Emilio  llora enloquecido por el dolor abrazado al cadáver de Ignacio  . Su sueño no se ha cumplido. La realidad es una cruel pesadilla que jamás se hubiera imaginado. El lugar se empieza a llenar de policías, de enfermeros. Emilio  se levanta y los mira a todos desesperado.
--¡¡por favor,  hagan algo está muy mal¡ ¡¡tienen que curarlo¡
Aunque no queda dudas los enfermeros le toman el pulso. Lo revisan. Hacen que no con la cabeza. Caras largas. Uno mira a Emilio .
--lo siento.
Emilio  no quiere escucharlo. No puede escucharlo. La policía se dispone a levantar el cadáver pero Emilio  se niega. Se lanza sobre el cuerpo sin vida de su amado. Emilio  no deja que nadie se acerque porque no quiere aceptar el hecho que su amado está muerto, que su separación ha sido brutal.
--nos lo tenemos que llevar.
Emilio  se niega. Abraza con fuerza a Ignacio --¡¡no se lo van a llevar¡
Los presentes no dejan de murmurar. Muy abrazado a Ignacio , Emilio  les pide silencio.
--está dormido, no le despierten --dice enloquecido por la pena.
Sus ojos están rojos de tanto llorar sangre. Su voz rota. Un enfermero le pone la mano en los hombros. Lo mira con pena.
--lo siento. Está muerto.
Emilio  se aferra a Ignacio  con una loca desesperacion.
--¡no, no esta muerto¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
todos lo miran con pena.Lo arrancan a la fuerza. se lo llevan arrastras.
---¡¡tienen que hacer algo,  tienen que curarlo¡¡
Emilio  enloquece al ver cómo atan a su amado con unas sabanas blancas y se lo llevan como si fuera un bulto.
--¡¡noooooooooooooo¡ ¡¡no se lo llevennnnnnnnnnnnn¡
Está loco del dolor. Son varios hombres los que lo tienen que aguantar para que no se les escape.
--¡¡no dejen que le hagan esto¡ ¡¡no lo permitan¡
A Emilio  le impresiona mucho ver como sueltan el cuerpo de Ignacio  dentro un furgón como si de un saco cualquiera se tratara. Se cierran las puertas. LLorando roto del dolor Emilio  estira sus brazos como si quisiera acariciarlo.
--¡¡no se lo lleven, no quiero que esté solo¡ ¡¡no quiero que este solo¡
Cuando ya el furgón ya se ha ido, y como Emilio  está incontrolable, lo sueltan. Emilio  sale disparado tras el auto que lleva los restos de su amado. Sus gritos de:
--¡¡Ignacio OOO¡ ¡¡Ignacio OOOOOOOOOOO¡
son estremecedores. Los enfermeros sienten una gran pena por él. Emilio  acaba cayendo de rodillas en mitad del camino. LLora y aúlla del dolor.

Lorenzo ha llegado al Castillo. Perla  lo recibe junto a la verja de entrada. Mira varias veces y está segura que nadie los escucha. La vegetación es grande y oculta a Moisés  pero él tiene buena visión y con su cámara puede grabar todo lo que ocurre.
--¡¡lo maté ¡¡lo maté¡
Perla  no oculta su dicha.
--¡claro yo te pedí que matarás a Emilio¡ ¡¡ahora yo me quedaré con la custodia de su bastardo y todo su dinero¡ ¡¡Seré la Regente¡
Los ojos de Perla  brillan por la ambición.
--Al fin mi sueño se hace realidad. Tanto tiempo detrás de la fortuna de los Fenolhet... Me tuve que casar con el maricón de Juan Felipe porque Emilio  me rechazó y ahora todo el dinero es mío y ya me encargaré yo que la fortuna de Juan Felipe y sus hermanos sea mía.
Perla  esta tan feliz que no escucha a Lorenzo.
--Sin poder tener hijos. Ya no tengo que engañar a nadie, fue inútil robarle su hija a Ines y a Marcos ¡¡voy a reinar¡ ¡¡voy a reinar¡
Ya que no la escucha Lorenzo finalmente dice:
--¡¡Maté a Ignacio ¡
Perla  se pone como loca.
--¿¿¿que?
--¡¡se puso en medio cuando disparé¡
--¡¡ESTUPIDOOOOOOOOOOOOOOOOOOO¡¡
Perla  lo golpea una y otra vez.
--¡¡¿y porque no los mataste a los dos?¡
Lorenzo ya se ha cansado que la mujer lo agreda.
--¡¡porque me tienes harto... porque una cosa es ayudarte a que abortes ilegalmente, ocultar que por eso te has quedado estéril. Ayudar a que le pudieras robar la hija a tu cuñada para hacerla pasar como hija tuya¡
A Perla  no le importa nada de eso. Está loca de ira.
--¡¡A mi me da igual que se sepa que Feli es la hija de Ines y Marcos¡ ¡¡ahora a mi me interesa todo El dinero¡ ¡¡Emilio  tiene que morir¡tiene que morir¡ ¡¡y tu lo vas a matar¡
--¡¡¡yo ya maté a Ines por ti, a Emilio  matalo tu cómo hiciste con tu prima Juliana ¡¡
Perla  agarra por el cuello a Lorenzo.
--¡¡te voy a matar¡ ¡¡te voy a matar¡
Lorenzo trata de huir pero tropieza, su cabeza da con una piedra y muere en el acto. Perla  se pone como loca. Además el lugar se llena de policías avisados por Moisés . Al ver que quiere huir Moisés  sale hacia ella y la agarra. Perla  no puede soltarse.
--¡¡y este maldito esclavo quien es?¡¡
Moisés  la tiene agarrada con fuerza.
--¡¡soy la Condesa¡¡¡Sueltame¡ ¡¡soy una mujer muy rica¡
Perla  no entiende que hace ese chico hasta que Moisés  le dice:
--¡¡Esto es de parte de Iván¡
Eso le da fuerzas a Perla  para tratar de huir. La policía llega.
--¿¿que pasa aqui?
Perla  se hace la digna.
--¡¡yo soy la Condesa y este negro me quiso matar¡ ¡¡lo mató a él¡ --dice señalando a Lorenzo.
Moisés  empuja a Perla  a la policía.
--¡¡ordeno que lo detengan¡ --Perla 
Moisés  muestra la video cámara que inculpa a Perla  en múltiples asesinatos. No queda lugar a dudas.
--¡¡esto es un montaje¡ ¡¡yo soy la Condesa¡ --grita locamente mientras la esposan.
Perla  es detenida e introducida en el auto.
--¡¡Soy la Condesa.¡¡¡¡¡Soy la Condesa...¡
Moisés  sonríe satisfecho. Llaman a Iván  .
--¡me tenias preocupado¡¡
Con una sonrisa Moisés  le dice:
--Perla  esta detenida. Se acabó su reinado.
Iván   ha estado tanto tiempo deseando ese momento que ahora se ha quedado en shock.



Horas después... Moisés  e Iván   están desnudos en la cama. Son muy cariñosos.
--¿no crees que deberías hablar con tus hermanos? Deben estar muy mal.
Iván   se seca sus lagrimas.
--Perla  era peor de lo que pensé pero ellos no me creyeron. Ahora que ellos están mal yo quiero vivir mi vida...
--¿y que quieres hacer?
Moisés  lo mira asustado. Ya que teme no tener un lugar en su vida. Iván   le sonríe. Le besa la mano.
--quiero vivir contigo. Quiero iniciar una nueva vida contigo.
Moisés  e Iván   se besan apasionadamente. Iván   le pone las manos en las mejillas:
--gracias por lo que has hecho por mi aunque no me lo dices sé que ...
Moisés  no lo deja seguir:
--te amo.
A Iván   le emociona mucho porque sabe que a Moisés  no se le da facil estas palabras. Lo acaricia, lo besa. Le responde un:
--te amo.
Se ríen, se acarician. se aman. Son felices. Todo lo contrario que Juan Felipe y Marcos.
--tanto que Ines y yo lloramos a nuestra hija ¡¡¡y era Feli¡¡
Marcos tiene mucho dolor. Juan Felipe no sabe cómo calmarlo.
--¡¡entiendo tu dolor pero Feli no puede enterarse así¡
Marcos seca sus lágrimas:
--No le podemos hacer esto a Feli.
Los dos hermanos se abrazan con emoción.
--Vamos a vender la casa, vamos a comenzar de nuevo, que Feli nos vea a los dos como sus padres --dice Juan Felipe.
Asi lo acuerdan. Los dos hermanos están más unidos que nunca y les duele que Iván   no los quiera perdonar.

Emilio  llora sobre el ataúd de su amado que ha sido depositado en la sala de armas del Castillo. Hay muchas flores. Todos los empleados están con él detrás de las autoridades del pueblo. Llega el Barón. Se ve afectado pero le consuela que su hijo tenga los honores de principe. 
--¿y la viuda de mi hijo?
Emilio  se seca sus lágrimas. Ignacio  es sólo su cuñado. Así tiene que llorarlo cara a la gente. 
--Ella e Ignacio  se habían separado.
Esto es un duro golpe para el Barón pero le calma saber que no llegaron a firmar papeles. Aunque sabe que solo le mueve la ambición, Emilio  no quiere dejar al Barón desamparado. Habla con un hilo de voz.
--usted podrá seguir disfrutando del dinero de la familia como si Ignacio  estuviera vivo. Incluso si quiere puede vivir aquí.
Emilio  se queda en la cabecera del ataúd y deja que el Barón se ocupe de todo. 

El entierro de Ignacio  es digno de un rey. Pese a su dolor así Emilio  ha querido demostrar su gran amor hacia el padre de su hijo. Personalidades. Muchas flores. Y lágrimas. Sobretodo lágrimas pero de una única persona: Emilio . Ignacio  es sepultado en la urna que estaba prevista pero el difunto Conde, en el atril central. Justo al lado de la urna dispuesta para el actual conde. Emilio  está deshecho. No deja de pensar en los momentos que ha vivido con su amado. Desde que lo conoce ha vivido con el miedo de perderlo. De tener que vivir sin él pero jamás pensó en esa realidad que ni en sus peores pesadillas. No está. No se hace a la idea de que nunca más le mirará, nunca más le sonreirá. Nunca más estaran juntos. Poco a poco los asistentes se van yendo y Emilio  queda a solas ante la sepultura de su amado. No da crédito a lo que ha pasado. Piensa en Perla , en que se fueron a ese barco porque él los vio juntos, que ella misma ordenó su muerte, que era Emilio  quien tenía que estar en esa urna. Su amado dio su vida por él y no lo puede resistir. Cae de rodillas llorando sangre. Dominga se acerca a el:
--Ignacito no deja de llorar. Necesita a su padre.
Emilio  se siente un alma en pena. Le sería más fácil dejarse hundir pero no le puede hacer eso a su amado después de salvarle la vida. Va hacia los aposentos y el pequeño para de llorar. Mirarlo a los ojos alivia un poco la pena de Emilio . Recuerda las palabras de su amado: buscame en sus ojos...
No lo ha perdido del todo.

1 año después... Ester está en la sala de partos. Alumbra un hijo. Su segundo hijo. Idéntico en todo al papá. Alejandro está al lado de la mamá.
--Es nuestro hijo. Es nuestro hijo --llora Ester.
Ester llora de felicidad al ver a su hijo.
--Alejandro. Te llamaras Alejandro.
Alejandro la acaricia con orgullo. Luego ya en la habitación mientras amamanta a su recién nacido Ester tiene lágrimas para su amado muerto y el recuerdo su primer parto pero ahora todo es diferente. Alejandro entra con Jesús de la mano. El pequeño se tira en brazos de Ester a la que llama mamá. Ester llora feliz por la familia que ha logrado. Alejandro a su lado. La mira, le susurra que la ama. Ella le dice que también lo ama. La felicidad de la pareja junto a sus dos hijos es muy grande.
  



 (Marcelo Faria)

Lejos de ahí, Marcos ha encontrado de nuevo el amor. Es el día de su boda. Juan Felipe está con él. 
--¿Iván   me dejara solo? --pregunta Marcos triste.
Juan Felipe no sabe qué decirle. Iván   llega tomado de la mano de Moisés . No hace falta las palabras. Sonríe y abraza a sus hermanos. Marcos le agradece que esté con ellos. Tanto Juan Felipe como Marcos reciben a Moisés  como parte de la familia. De pronto a Juan Felipe se le van los ojos hacia un recién llegado. Es el vivo retrato de su difunto tío pero más joven.
--¿¿tu eres?
--soy el primo Pablo ¿no me recuerdas?
Entre los dos hay una conexión especial. El uno se mira en el otro. Es como si se hubieran encontrado. Llega la novia. La precede Feli que es una niña feliz con sus dos padres. Marcos recibe feliz a su futura esposa. Moisés  e Iván   no dejan de mirarse enamorados durante toda la ceremonia y hasta se dan algún que otro leve beso. Pablo y Juan Felipe se miran con pasión y hasta rozan sus manos con discreción y sus pieles arden.

Por otro lado, Perla  es una reclusa más. Le ha tocado limpiar los retretes a lo que se niega.
--¡¡soy la Condesa, soy la Condesa¡¡ --no deja de repetir.
una le tira excrementos a la cara y salpica las paredes y el piso.
--¡si la condesa de los excrementos¡
y todas se rien de ella y manchada y todo la obligan a limpiar con un pequeño cepillo de dientes lo que han manchado. Lo hace llorando en plan pataleta de niña pequeña.

Emilio  ante la sepultura de su amado deja una rosa. Una lágrima desliza de sus ojos.
--No te olvidaré jamas. Espérame.

40 años después....
 Emilio  pone flores a los pies de la tumba de Ignacio . El dolor de su ausencia ya forma parte de su vida. Ya hace muchos años que espera reunirse con él. Siente que ya ha vivido lo suficiente: lo ha amado y ha visto crecer a su hijo, ese hijo en el que día tras dia podía ver reflejado a su amado. Querer al hijo de Ignacio  como su propio hijo era la deuda que tenía con Ignacio . Al regresa a la sala Ignacio  Fenolhet está jugando con sus tres hijos. Es un hombre feliz y el orgullo de Emilio . Que los nietos de Ignacio  lo llamen abuelo es la mejor recompensa para Emilio . Siempre tiene una sonrisa para su hijo, sus nietos pero a solas en su cuarto aún llora por él. Por ese amor que no pudo salir de su alma, no pudo ser entregado.
fin

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