Emilia esta escuchando tras la puerta de la cocina lo que se supone que es una conversación entre Moisés e Iván . No se da cuenta que Moisés está solo y lo que se supone que dice Iván es una conversación grabada.
--Te apuesto a que yo me acuesto con ella antes -dice Moisés..
Y luego Moisés aprieta el play y se oye la voz de Iván
--va la apuesta yo me acostaré con Emilia.
Moisés oye los pasos de Emilia alejándose y se va satisfecho seguro que lo ha escuchado. Emilia está furiosa. Necesita descargar. Rompe unos cuantos platos. Aunque luego se los vayan a descontar del sueldo era algo que necesitaba.
--¡¡desgraciados¡
Está furiosa y lo que más le duele, aunque no lo quiera aceptar, es que Iván le gusta y le da rabia pensar que sólo fue la apuesta.
--¡¡pues los dos se van a quedar con las ganas¡
Su primera reaccionar es la de enfrentarse a los dos amigos pero finalmente no lo hace. No quiere que Iván se entere que le ha molestado, que estaba empezando a sentir algo por él.
--la indiferencia es lo mejor en estos casos.
aunque no puede evitar sentirse muy dolida.
Moisés sale desnudo de la ducha. Le gusta que Iván lo contemple al natural aunque el Condesito ni pendiente. Eso le da rabia a Moisés pero no pierde la paciencia:
--si se quiere estrenar tendrá que ser como yo quiera..No pienso permitir que esté con nadie más --dice Moisés para sí.
Sonríe pícaro. Iván desde el escritorio lo mira y divertido le dice:
--quien solo se rie de sus maldades se acuerda.
Moisés no le dice nada, sólo le guiña el ojo. Iván vuelve a centrarse en su estudio. Moisés se queda detrás de él desnudo y muy excitado. Se muere por acariciar a Iván , acerca sus manos a los hombros. Lo acaricia. Es una caricia de amor. Iván lo mira sorprendido.
--¿¿que haces?
Moisés es más cariñoso de loa acostumbrado aunque esconde sus verdaderos sentimientos:
--estás muy tenso, deja que te relaje .
Iván se lo agradece. Moisés le da un masaje en los hombros, espalda. Se tiene que controlar para no tocar de más. Se estremece. Su cuerpo le traiciona. Iván está de espalda y no lo ve pero lo siente.
--¿que es eso?
--¿el qué? --Moisés algo nervioso.
--noté algo duro que se clavaba en mi espalda.
--no se, te pareció. --Iván fingiendo normalidad pero con su arma apuntando a Iván lista para descargar.
Moisés se tumba en la cama con el trasero al aire para que Iván no se de cuenta de la erección que tiene.
--¡¡ya me cansé¡ --le dice brusco para que Iván no sospeche.
Iván sabe que Moisés es un chico no acostumbrado a hablar de sus sentimientos con lo que le parece normal su comportamiento. No sospecha que lo desea como hombre.
Ignacio está durmiendo. Las dos camas están muy juntas. Emilio está sentado mirándolo.
--te amo... te amo.
Lo mira y se imagina tantas cosas hermosas que quisiera hacer con él y no puede evitar preguntarse:
--¿algún día me amara como yo lo amo?
Lo mira con dulzura, con ganas de acariciarlo. Le cuesta no hacerlo pero no quiere descubrirse. Espera ansioso e ilusionado el día en que Ignacio le dé permiso para hablarle de amor, el día en que no se tenga que esconder, en que no tenga que esperar a la noche para hablarle de amor, el día en el que pueda acariciarlo sin temor al rechazo.
Al día siguiente, luego del desayuno, Iván se encuentra a solas con Emilia. Ésta descubre la rosa entre sus ropas. La agarra y se la tira a la cara.
--¡¡mira niño. Ya me cansé de tu tonto juego¡¡¡
A Iván le sorprende que sea tan duro con el.
--¿te pasa algo conmigo?
Emilia no quiere que sepa que está dolida por lo de la apuesta. Le habla con frialdad:
--sólo que anoche mi novio y yo no paramos de hacer el amor y estoy demasiado cansada para fingir que te soporto. Y estas payasadas tuyas me ponen nerviosa. No quiero que mi novio piense lo que es, que se enoje conmigo por la tontería de un niño. Si me sigues acosando te denunciaré a dirección.
Iván se siente ofendido por las palabras de Emilia:
--tranquila, no te volverá a molestar.
--eso espero --fría.
Iván se entristece y Emilia cree que es sólo por la apuesta y aun le da más rabia pero no le dice nada porque no quiere que sepa que piensa en él. Iván se refugia en Moisés que trata de disimular lo contento que le pone que Emilia lo haya rechazado. Le pone la mano en los hombros y con un falso cariño fraternal le dice:
--si no te estrenas con ella lo harás igualmente
Iván está muy dolido:
--¡eso...no le pienso rogar.¡
Iván se va al baño furioso. Moisés le sonrie con cara de picaro y excitado murmura:
--pronto...muy pronto dejarás de ser virgen.
Por su lado, Emilio e Ignacio están en la playa. Ignacio muy bello y sexy con su sunga. Emilio lo mira y siente un fuerte deseo. Caminan como amigos. Como hermanos lo siente Ignacio. Como novios lo desea Emilio . Quisiera acariciarle la mano, se la roza para ver si Ignacio da algún paso pero Ignacio lo toma como algo accidental y no le da importancia. Van al agua, nadan, juegan. Sus cuerpos se rozan mucho. Emilio desea tanto besarlo. Y luego al hotel, Ignacio se muestra desnudo. Es el broche de oro a una mañana perfecta. El broche de diamante sería terminar haciendo el amor. Emilio lo observa excitado mientras se ducha. Lo ama y lo desea, le gusta ver como se toca el cuerpo, como el jabón desliza por sus genitales. Desearía tanto ducharse con él.
--¿y si se lo pido o entro como si nada?
Emilio sabe que ignacio lo quiere demasiado aunque sea como hermano.
--no me dirá que no.
Ese pensamiento le excita mucho. Pero tiene miedo de no controlarse y que le descubra.
--mejor no jugar con fuego.
Y se limita a disfrutarlo de lejos.
Semanas después...Emilio e Ignacio están en el avión de vuelta a la realidad. Emilio lo mira con tristeza. No se le ha cumplido el sueño y tiene miedo que ahora con su hermana y su padre la relación entre los dos cambie. En Grecia eran dos amigos ahora más que nunca serán cuñados.
--¿Porque tan triste? --le pregunta Ignacio con cariño.
--ha sido el mejor mes de mi vida y ahora todo se acaba --triste.
Ignacio le acaricia la mano fraternalmente:
--pero somos amigos, viviremos juntos. Nada va a cambiar, podemos hacer muchas cosas juntos, salir algún que otro fin de semana.
A Emilio se le ilumina el rostro.
--¡¡si,si¡¡¡¡
Ignacio le acaricia el muslo fraternalmente sin darse cuenta que lo hace excitar. Con timidez Emilio le pregunta:
--¿y Juliana?
Ignacio ya la había olvidado:
--¿¿qué pasa con ella?
--sabe cómo localizarme y puede formar un escándalo.
Ignacio sonríe tranquilo. Sabe que puedo contar con Emilio para todo y eso lo hace sentir seguro.
--tú y yo juraremos que no hemos estado en ningún crucero ¿¿quién iba a creer que tú permitiste que fuera infiel a tu hermana? --va diciendo irónico o que tu hermana me dejara solo en la luna de miel? Juliana si habla quedará en ridículo...
los dos amigos-cuñados se miran con complicidad.
Juliana ha llegado al palacete de Juan Felipe. La recibe Perla.
--¿que prima, aún soltera.?
Juliana está contenta.
--¡¡no, voy a ser baronesa¡ Conquisté a un Barón que se quiso pasar de listo pero la suerte está de mi lado¡¡¡estoy embarazada¡
No hay comentarios:
Publicar un comentario